(Presentado por Stephanie Hernández)
Si alguna obra ha representado la imagen de El Salvador en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, esa es Un día en la vida. Es también la novela que ha suscitado un mayor número de reseñas críticas en el extranjero. Su autor, Manlio Argueta, se inició en las letras como poeta.
La novela sintetiza una parte de la historia rural de El Salvador y su violencia, y tiene como arranque la matanza campesina de 1932. El presente de la narración se sitúa hacia finales de la década de los setenta. Pero esta novela es también un homenaje a la mujer campesina, quien por primera vez adquiere estatus de protagonista de su propia historia.
FRAGMENTO
EL CHUCHO
El chucho es mi hermano. El chucho me cuida en las noches cuando me quedo sola con los cipotes. Y nada más hay que la oscurana encima de uno.
El miedo de no amanecer el otro día. Nuestra reconfortación
es que el chucho ronca debajo de la carreta. Que de vez en cuando husmea y comienza
a ladrar a los cielos.
Son cincuenta siglos de chuchos des cuando andaba nuestro
señor acompañado de gente pobre. Ahí iban queriéndole morderla túnica, jugando,
caracoleando. Los chuchos del señor.
El chucho es mi hijo, mi hermano, mi primo, mi tío, mis
abuelos, mis sobrinos, mis tíos-abuelos y sobrinos-nietos, bisnietos y
tataranietos.
El chucho ladra para hacerse sentir y me habla cuando tiene
hambre, cuando tiene frío. El chucho es como los pollitos sólo que lo hacen
canciones en la escuela.
Sin el chucho no hay familia, es la verdad.
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