lunes, 17 de octubre de 2016

MILAGRO DE LA PAZ

(Presentado por Ricardo Bonito)

Es la quinta novela escrita por el poeta y escritor salvadoreño Manlio Argueta, y en ella el autor revela un alto grado de desarrollo estilístico de su narrativa. Tributa un merecido homenaje a la mujer trabajadora que se debate en medio de una situación trágico-optimista.

La redacción de esta novela surge en un momento de transición entre la guerra y la paz, en el año de 1989, donde las coyunturas políticas están enmarcadas por la denuncia de una época conflictiva en El Salvador, culminando con la firma de los Acuerdos de Paz. El autor quiere que el lector visualice todos aquellos temores que el salvadoreño vivió durante este período de miedo, relatando los atropellos políticos que se daban, novelándolos en sus personajes, bajo una máscara de ficcionalidad. Así, utiliza a los seres desconocidos como personajes alegóricos que escondidos tras las sombras ocasionaron la muerte a tantas familias salvadoreñas, construyendo en la novela un génesis violento que llega a su fin gracias a la superación de los temores infundidos en la familia por la muerte, la cual se refleja en la hija mayor Magdalena, quien es asesinada por los seres desconocidos. A partir de ahí hay una evolución en cada uno de los personajes, quienes dejan de ser víctimas para convertirse en nuevos seres, llenos de valentía, esperanza y paz, siendo capaces de vencer sus temores. Esto refleja el estado anímico del escritor, producto de la postguerra, reflejando la situación de paz que vive el país a partir del 92; si bien es cierto que los hechos se dan en un contexto anterior a la guerra, que comprende la época de la infancia del escritor.

ARGUMENTO


Milagro de la Paz presenta la vida de tres generaciones de mujeres que viven bajo el mismo techo en Milagro de la Paz, un barrio popular de la ciudad de San Miguel. Los personajes principales son Latina, sus hijas Magdalena y Crista, su nieto Juan Bautista y Lluvia, una niña desconocida que se presenta un día en la casa de Latina. Las mujeres, quienes fabrican ropa para ganarse la vida, raras veces abandonan la casa —el espacio donde ocurre casi toda la acción de la novela— porque les temen a los soldados del gobierno y a los “seres desconocidos” que asesinan a la gente del barrio. Aparte del niño Juan Bautista, hay dos personajes masculinos: Chele Pintura, un hombre que ayuda a las mujeres con el mantenimiento de la casa a cambio de comida, y Nicolás Moreira, un adolescente de la vecindad interesado en Magdalena, la hija mayor de Latina. Los dos se enamoran, y poco después Magdalena queda encinta. Tiempo después, cuando Magdalena es asesinada por los “seres desconocidos”, Nicolás se suicida, ahorcándose en el patio de la casa de Latina.

La terrible muerte de Magdalena deja un gran vacío en las vidas de Latina y Crista. En un intento por recuperarse de la pérdida de Magdalena, Crista, la hija menor, seduce a Chele Pintura con la idea de crear una nueva vida para la casa. Sin embargo, el nacimiento de su hijo, Juan Bautista, no merma el sentimiento de pérdida que acongoja a las dos mujeres desde la muerte de Magdalena. Un día, Lluvia, una niña pequeña que ha perdido a sus padres en la violencia, aparece inesperadamente en la casa. Latina ve en esta niña una reencarnación de su hija muerta. Tanto a Crista como a Juan Bautista les agrada la presencia de Lluvia, y deciden que ella debe quedarse a vivir con ellos. La llegada de Lluvia disminuye la soledad y tristeza de la familia. La niña les ofrece a Latina y a Crista la esperanza que necesitan para seguir viviendo a pesar de la violencia que las rodea en Milagro de la Paz.

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