(Presentado por Jessica López)
El dinero maldito es una de las obras de Alberto Masferrer más divulgadas, debido a que en ella su autor trata un grave problema social, como lo es el alcoholismo. A pesar de que estas páginas fueron escritas hace varios años, siempre tienen en la actualidad y su lectura ha de contribuir a las campañas libradas con intención de erradicar un vicio que trae fatales consecuencias.
Él habla del dinero que se gana honradamente y se gasta de una manera incorrecta; al decir incorrecta se quiere decir comprando muchas cosas innecesarias como es lo que hoy en día se hace con el efecto de la globalización, sino gastando en vicios, gastando en cosas que solo sacan a “relucir” la peor parte del ser humano, el dinero perverso, el que con su ayuda se producen múltiples delincuentes. A ese dinero es el que se refiere Masferrer como dinero maldito.
El Dinero Maldito que no da más que problemas para el que lo desperdicia en los vicios, y en su familia, que es la que más sufre cuando uno de sus integrantes se ensucia de este “maldición” al no saber utilizar el dinero.
FRAGMENTO
PAN Y REVOLVER
Dondequiera que un hombre este amasando un pan. Podrá decirse se alimente mi pan, no sacara de el sino salud; pobre o rico, bueno o malvados, avaro o generoso, lo que yo le envió aquí es fuerza, salud, es alegría que lo lleven al juez o la celda del criminal. Lo mismo da: en este pan en que han colaborado el aire y la tierra, el agua y el fuego por la gracia de Dios, también yo, nadie puede hallar sino alegría, fortaleza, salud.
Asi mismo que un hombre este fabricando un revolver, no podrá usarlo sino para herir o matar. Un justo o un niño, sabio no podrían hallar en el otra cosa que sangre y muerte .para atacar o para defenderse, así es que yo haciendo este revolver soy un sacerdote de la muerte; un creador de tristeza y de ruina. Maneras de hacer pan, son infinitas en la vida. Y maneras de hacer pan, son infinitas en la vida. Y maneras de hacer revólveres, también. Se hace pan con harina, se hacen revólveres con el juego y con la embriaguez, aun mas casi no hay pensamientos que no sean pan o revolveres; Los hombres en eso vivimos; unos haciendo pan y otros revolveres; y entonces advertiríamos una cosa muy clara pero muy ignorada, muy sencilla pero muy incomprendida; y es que no se le puede dar a nadie una puñalada si no se dispone de un puñal, ni envenenarle si no se dispone de veneno.
Desde luego el legislador, que permite introducir puñales al país, sabiendo que el puñal es un instrumento para herir o matar. El comerciante que los importa. Luego el aduanero que los registra, Luego el periodista que inserta el anuncio del importa o revende puñales. Luego el afilador que los apunta y aguza, la madre o el padre, que compran el puñal, muchos sacan provecho de la fabricación del transporte de la venta de los puñales.
¡No hombres: no basta vivir, sino que hay que vivir honradamente, limpiamente, como cristianos y como hidalgos; como criaturas que tienen alma que perder. No estamos obligados a vivir si no podemos vivir en la luz, del trabajo limpio.
¿Qué necesidad hay de que yo viva, si para vivir yo, otros han de morir, o han de vivir en la corrupción, en el crimen y en la ruina? Busquemos una vida limpia; vivamos para el pan y del pan. Y quienes vivan del revolver que atraviesas el umbral de la muerte.
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