lunes, 17 de octubre de 2016

COLEGIO BILINGÜELIDIA SALMAN DE VARGAS


ALUMNO:  Carlos Roberto Magaña Olmedo



TEMA: Obras Literarias



DOCENTE: Juan Carlos del Cid




CUSCATLÁN DONDE BATE EL MAR DEL SUR

(Presentado por Carlos Magaña)

El Salvador, tierra abatida por conflictos políticos, económicos y sociales. Refleja en sus entrañas dolor, injusticia y pobreza sin embargo a dado a luz a insignes hombres que a través de las letras han plasmado su  historia  con veracidad e imparcialidad. Manlio Argueta con su arte delineó y figuró la brutal realidad de su país, reflejando golpes de estado, guerras y represiones que el campesinado toleró, todo ello condujo al auge de la narrativa testimonial como el mecanismo de denuncia social. Dentro del cual Argueta incursiona con su obra “CUZCATLÁN DONDE BATE LA MAR DEL SUR” concibiendo una mezcla de la realidad y ficción. 

“Cuzcatlán donde Bate la Mar del Sur” es evidentemente una novela de gran esplendor y renovación intelectual dentro de la narrativa centroamericana. Que condujo con habilidad y destreza Manlio Argueta, ya que entre sus 285 páginas aproximadamente se cuenta una historia vivida de un país  pequeño; que no contaba con prosistas que expusieran detalladamente la atroz vida campesina. 

El máximo esplendor lo obtiene por medio de la cimentación de: un paralelismo entretejido línea por línea, un  ciclo generacional, una evidente lucha armada y una  problemática económica


Un paralelismo entretejido línea por línea


Enuncia la estructura compleja en la cual Manlio construye su estilo de novelista intelectual  ladino. Explorando la novela nos encontramos pasajes donde el juego del tiempo y espacio tiende a confundir nuestro pensamiento lineal, sin embargo este no nos permite desconectarnos de la idea central ya que la calidad de la obra nos entrelaza un tópico con otro,  conduciéndonos hacia un destino de comprensión y reflexión. El paralelismo es evidente porque desde el inicio  de la novela aparece   Lucía Martínez (Beatriz) narrando  en primera persona la historia, en este capítulo (Microbús a San Salvador, enero 9, 1981) “Beatriz” a través de un soliloquio nos sumerge someramente  a la trama, cargada de injusticias y pobrezas (Dicen que nuestro país es demasiado pequeño para que viva tanta gente. Un favor le hacen a la patria matando al que caen en sus manos (Argueta, 1986, pág. 11). A partir de esa narración se marca el inicio pero también el desenlace,  y la novela cuenta con Emiliano, Jacinto y Beatriz como narradores. 

Con el paralelismo,  el escritor Manlio Argueta dota a la novela centroamericana con una transformación narrativa. Redactada sutilmente desde su principio con el epígrafe constituido por un fragmento de la carta de Pedro de Alvarado dirigida a Hernán Cortés, está como el simulacro introductorio de lo  histórico y discursivo en el texto. A la vez “Cuzcatlán donde Bate la Mar del Sur” tiene una dependencia intertextual con Cien años de soledad, por el paralelismo que existe en cuanto al ciclo generacional, por la construcción de los hechos (guerras civiles) y asimismo en la repetición de nombres entre familiares Beatriz hija de Emiliano y Lucía de seudónimo Beatriz, hija de Jacinto.


El ciclo generacional


Constituye un pilar fundamental en la novela, esta forja una vía donde cada traviesa, es una generación que da lugar a cuantiosas situaciones de incertidumbre, dolor, pobreza, esfuerzos, maltratos, injusticia e ignorancia con todo ello Manlio Argueta, logra constituir y transmitir sus  pensamientos fervientes  en una sola y fundamentada idea principal. La cual consiste en exponer las situaciones atroces que su natal país se vio obligado a vivir.  El escritor presenta cuatro generaciones que consta de once personajes que son: el patriarca Macario, quien es el padre de Emiliano que se casa con Catalina y procrea a Beatriz, esta a su vez se une con Eusebio y da a luz a tres hijos: Pedro, Manuel y Jacinto; Jacinto forma su propia familia con Juana, con la cual engendra dos hijas: Toña y Lucia. 


Una evidente lucha armada


Este es un hecho que circunda alrededor de toda la obra  y, representa una denuncia clara hacia las injusticias que se cometían en contra de los campesinos que, por no contar con una educación,  eran expuestos a la voluntad del gobierno de la época y se convertían en víctimas de la represión. El  pueblo Salvadoreño, especialmente los del campesinado  vivían sometidos a los regímenes dictatoriales que el gobierno les  imponía, un ejemplo de ello es la Ley Marcial, esta ley consistía en que se les debía de disparar a todas las personas que anduviesen fuera de su casa después de las 6:30 p.m. estos abusos militares y políticos son los que  podemos notar en la obra, el autor recrea con ello acontecimientos de la guerra civil y la hegemonía de la orden militar en presencia de Emiliano, Pedro, Eusebio, Jacinto y toda su familia quienes se expresaban hacia los militares de la siguiente forma: “No hay nada más real que esas langostas de acero que despiden fuego y escupen muerte.” (Argueta, 1986, pág. 211) De esta manera, Manlio plantea los incidentes desde la voz de los personajes, denunciando la guerra civil entre el gobierno derechista y la oposición izquierdista. 


Una problemática económica


Engloba miseria y sufrimiento es aquí donde cada personaje vio la muerte con sus propios ojos “si tenemos hambre se nos quita al morir; nos matan si decimos que tenemos hambre”. De allí se denota el estilo de vida que conservaban ya que sus   actividades económicas no eran lo suficiente buenas para subsistir adecuadamente ellos se dedicaban al obraje, que consistía en el proceso del añil, cuyas emanaciones causaron la muerte de muchos salvadoreños. También se presenta  la de fabricación de piedras de moler más conocido como el metate, formada por lava de los volcanes. De igual manera se dedicaban a la venta de cerdos. Dichas actividades económicas se conservan por tradición, puesto que, Catalina y Emiliano trabajaron con añil en la producción de tinta, siendo ella la víctima de esta mortal labor; el trabajo con el añil ya lo había realizado Macario (patriarca de las generaciones), también comercializó con cerdos al igual que su bisnieto. Luego  Emiliano prueba suerte con el metate y las piedras de moler, trabajo que le sirvió para alimentarse modestamente; dicho trabajo fue el que heredó su hija Beatriz, su compañero Eusebio y las nietas de estos.    

Cabe destacar  que las primeras tres generaciones no contaron con educación, por tanto se dedicaron a labores campestres, evidenciado el autor con ello la crisis económica del pueblo cuzcatleco y de la misma manera la injusticia que el gobierno cometía en contra de los campesinos por su condición económica y social.

CUENTOS DE CIPOTES

(Presentado por Bryan Ansora)

Cuentos de cipotes es una colección de relatos del escritor salvadoreño Salvador Salazar Arrué comunmente conocido como Salarrué.

Es una singular colección, cuya extensión oscila entre quince líneas y página y media, que se considera hoy como un clásico de la literatura «sobre niños» («cipote» es un salvadoreñismo para niño). Su contenido es normalmente una anécdota, normalmente trivial y a veces humorística, que puede reflejar alguna preocupación del autor. El narrador es siempre un niño que mantiene una especie de monólogo consigo mismo, pues está convencido de que los adultos no tienen interés en lo que pueda contar y, por tanto, a la vez que usa modismos y resortes imaginativos propios de niño, no cuenta su historia según una estructura clara: hace digresiones contando cosas superfluas, hay redundancias innecesarias, a veces los finales son abruptos. A ese registro infantil oral propio de chico casi analfabeto, el autor le suma en ocasiones el de una persona culta, y funde las perspectivas del adulto que se hace niño y del niño que intenta comprender a los adultos.

FRAGMENTO


El cuento del dichoso turis turista

Puesiesque un arfiler pechito estaba paradito en una almuada de juguete y mirando platiado para todos lados y dijo: "¡Yo questoy haciendo aquí, si ni soy poste de teléforoni antena de radio, ni asta de bandera, ni nada! Ya me voy por esos mundos, de turisturista". Y pegó un salto a pie junto y cayó en una mesenoche acostado. Y eneso yegó laCenífera arreglar las camas y puso una cajejójoros que se bía caido al suelo sobre lamesenoche y ¡tas!, se le ensartó el arfiler en un dedo gordo, y pegó un respingo y gritó:"¡Ay Santas Sánimas del lavatorio, Señor Descápulas,ya me picó un alcarabán chuzudo,traicionista y rectil!" y se chupó el dedo con todas sus juerzas. Y el arfiler se le bíaescordeleros en la bolosita del delantar y pensando el vivo: "Aquí viajo casi de choto enun sabrosísimo hamaquiado de caderas.

Porque la Cenífera era una criadita bien pispirringa y cuanduiva andando meniabael guardafango parayá y paracá, para que vieran sus inamorados que estaba nuevita y bien aceitada y dijeran: "¡Qué chula la Cenffera, es mera ágile para ir caminando yguele!". Y lo tiraron por aya y cayó en el andén, onde lo pepenó un señor que lo yevó almonte onde se puso a cojer mariposas de lindos colores, floressiyas de alegre mañana, yagarró una grandotacon verde, rojo, colorado, tinto y vermeyón y ¡tas! la prendió con elarfiler en un cartón, que, pobrecita, le dolió, pero no dijo ¡ay!, porquera valiente y en undescuido se desprendió aletiando del cartón y sencumbró en los aigres sutiles,yevándose el arfiler que iba cabalgando contentísimo, impensablis de viajar en avionetarecién pintada y sin pagar. Y cuando ya había subido bien alto, la pobre mariposa semurió y cayó lupin la Lupe y por más gritos que pegaba el arfiler no revivió y sestreyóen un pedrero de unos cuatro Pedros questaban ahnorzando debajo de un morro: PedroGarniya, Pedro Lengua, Pedro Cucusa y Pedro Loroco, que se yamaban y estabancelebrando su santo. Y los Pedros lo safaron del avión todo doblado y torcido y dijeron:"¡Ya fregamos, tenemos anzuelo para pescar y éste es un milagro de San Pedro que essu santo y el de nosotros y quera pescador!". Y el arfiler bien contento porque andaba deturis turista y iba a conocer el jondoelmar y siacabuche

CORAZON LADINO

(Presentado por Mauricio Solórzano)

Es un libro de la escritora salvadoreña  Yolanda C. Martínez publicado en 1999.

Corazón ladino nos entretiene con Leonor Palacio, una muchacha mestiza. La relación con la familia no es de gusto ya que ella no se siente de mucha confianza o agrado con ellos. La expedición de antropólogos llega al pueblo donde Leonor se encuentra y su papa le dice a Leonor que ella podría ser intérprete de ingles, ya que le encantaría a el que fuera parte de eso. Un muchacho llamado Andrew Hess es un investigador del pueblo que al momento pone celoso a su hermano y Leonor decidió casarse con él y pues así se fue con él a vivir parte del tiempo en Albany. Su sueño era viajar a muchas partes del mundo, y así ella podía cumplirlo estando alado de él. Leonor al llegar a Albany con Andrew vio que ella no significaba nada para él. Al momento Leonor fue despreciada.

ARGUMENTO 


La novela se desarrolla en un Pueblo de Guatemala llamado San Cristóbal de Atitlán, el cual cumple con algunas características arquetípicas, reconocidas como propias del ambiente semi-rural. En sí la novela, cuenta la historia de Leonor Palacios, hija de padre español y madre nativa guatemalteca. 

La protagonista se convierte en objeto de fascinación para un antropólogo estadounidense (Andrew Hess) que está en su aldea. Su aislamiento, la diferencia de raza, de cultura y la escasez de posibilidades hacen que ella escape de su familia y se case con Andrew. Una vez establecida con su marido en los EE.UU se da cuenta de que se ha convertido en una rareza, y en una suerte de objeto de colección de arte indígena. Es aquí donde la autora recrea la odisea de Leonor para rehacer su identidad, dando lugar a una historia aparentemente rosa, pero con trasfondo social, en una época de inmigración y penuria.

Ahora su martirio se vuelve triple: se siente como objeto de colección de su esposo; se siente relegada por la mejor amiga de Andrew (Vera Glaspell) y totalmente rechazada por su suegra; al mismo tiempo, todo esto lo asocia a su problema de raza, a la inferioridad de su cultura y las diferencias de costumbres. Finalmente, tras caer en un caos personal y un fallido intento de suicidio, pasando por el ingreso a una clínica (desde donde cuenta la historia), regresa a Guatemala, intentando anular el matrimonio, pero sin conseguirlo. En el final de la novela, tras un encuentro casual, Leonor Palacios, vuelve con Andrew, pero establecidos en la capital de Guatemala.

LA ULTIMA GUINDA

(Presentado por Kathya Matamoros)

La última guinda es una novela del autor salvadoreño José Rutilio Quezada.
La acción se desarrolla aproximadamente en 1974 y 1975, en medio de las tensiones políticas surgidas por el militarismo que más tarde desembocarían en la guerra civil salvadoreña.

Se relata la historia desde varios escenarios: El Salvador, el desierto de Sonora y el pueblo de Ajo, del estado de Arizona.


La palabra «guinda» era usada entre la población con el significado de «huida»; su empleo iba asociado al de «oreja»: lo espías del ejército y del gobierno. Las guindas eran las partidas que constituían el éxodo de la gente de los cantones. Antes de que el ejército llegara a matar a sus habitantes en busca de guerrilleros, la propia guerrilla los sacaba, y eso eran las guindas.

ARGUMENTO


Zenaida, la protagonista, relata su vida en la Universidad de El Salvador como aspirante a estudiante de la facultad de medicina. También relata su vida detrás del Hotel Sheraton Presidente, donde muere su padre, y decide salir de ese lugar para no sufrir la misma suerte que su esposo, quien ha sido asesinado por ser miembro de un sindicato. La madre de Zenaida era vendedora en el mercado central, y vivían en los edificios multifamiliares de Montserrat en San Salvador.

A lo largo del desarrollo de la historia, la vida de Zenaida va dando cambios que la llevan a inclinarse a una posición izquierdista que va siendo reforzada por su relación con Sabino, su novio, que suele llamarla "burguesita" por la vida que acostumbra a llevar y que no quiere dejar. Al irse con la guerrilla, Sabino deja una carta para Zenaida que, a lo largo de la historia, es la única y última forma de comunicación entre ellos.

Se trata también el tema de la emigración de los salvadoreños en la década de los 70 y principios de los 80. Zenaida decide irse a los Estados Unidos esperando tener allí un porvenir mejor, y la madre se va con ella. Todo el grupo de emigrantes espera ser guiado por los "coyotes y perros", pero éstos los estafan y los dejan a su propia suerte en el desierto de Sonora. Allí, los integrantes del grupo van muriendo de sed y de insolación. Zenaida logra sobrevivir bebiendo agua que saca de las plantas empleando una navaja que le había regalado un jovencito. Intenta salvar a su madre, pero no lo consigue. Encontrada después por una patrulla fronteriza, es llevada a la localidad de Arizona llamada Ajonjolin. Toma entonces la determinación de unirse a la guerrilla cuando vuelva a su país.

En la guerrilla conoce a varios personajes que formarán su círculo de amistad: Andrea, una mujer que tenía un salón de belleza pero cuyo resentimiento para con los gobiernos militares la ha llevado a ser guerrillera; Ballestas, "Neto", Fabian, Orlando y otros que estuvieron en la marcha del 30 de julio de 1975, en la que varios alumnos de la UES (Universidad de El Salvador) murieron tras la represión llevada a cabo por los cuerpos militares.

En su desenlace, la historia presenta la derrota inminente de las fuerzas guerrilleras a manos de las fuerzas armadas salvadoreñas. Unos campesinos traicionan a la guerrilla y los soldados acaban matando a los guerrilleros en el Cerro Guazapa. Al morir Zenaida por los balazos que recibe en el pecho, donde lleva la carta de Sabino, pronuncia las palabras de Óscar Romero "¡Dios mío!: ¡me arrepiento! ¡Perdóname!"

LAS CARCELES CLANDESTINAS

(Presentado por Willber Salazar)

Este es un testimonio de 456 páginas y de 43 capítulos y un epilogo.

En un principio, el libro circula en la clandestinidad antes de ser publicado por la UCA en 1992.  La circulación clandestina ayuda a entender la función del libro como una reflexión sobre el encarcelamiento, la colaboración y el secuestro de Poma.  Todavía están en un momento de guerra y revolución y es una reflexión crítica cuya meta es didáctica para que sus compañeros aprendan de lo que le sucedió en la cárcel.

Se considera como un documento de inapreciable valor para comprender la lucha revolucionaria. Contiene experiencias de la tortura, del funcionamiento de los cuerpos represivos y de las cárceles en la década de los setenta. Este fue uno de los primeros esfuerzos para escribir la historia de la lucha revolucionaria desde la experiencia misma. Es un valioso testimonio de la participación de la mujer salvadoreña en esa lucha de liberación.

En esta obra se analiza el aparato conceptual del psicoanálisis, es decir, el conjunto de conceptos que éste ha ido elaborando para explicar sus descubrimientos específicos. Así, cada término es objeto de una definición y de su comentario. La primera recoge su aceptación, deducida de su empleo riguroso en la teoría psicoanalista. El segundo representa la parte crítica de esta obra y lo esencial de la misma, pues el método que en él se sigue abarca tres aspectos : historia, estructura y problemática. Para superar la arbitrariedad a que podría conducir una clasificación simplemente alfabética, existe una completa estructura de referencias y remisiones entre artículos que permite al lector establecer las relaciones significativas entre conceptos y orientarse en las redes de asociaciones del lenguaje psicoanalítico. Y del mismo modo, al principio de cada artículo se indican las equivalencias del término en lengua alemana, francesa, inglesa, italiana y portuguesa.

Se trata, pues, de una utilísima herramienta de trabajo, indispensable para seguir el desarrollo del psicoanálisis y para difundir su terminología en el lenguaje común. Una de las más originales aportaciones contemporáneas al pensamiento psicoanalítico.

JICARAS TRISTES

(Presentado por Alexis Lima)

La única obra poética de Alfredo Espino esconde en su interior la pasión y la tristeza por la vida de un hombre que supo mirar el alma de los salvadoreños a través de las señales que regala la naturaleza a los libres y limpios del alma.

Espino ha sido considerado, desde su muerte el 24 de mayo de 1928, uno de los poetas más leídos y recitados de memoria entre gente de todas las edades. 

Es que, como señala el escritor David Escobar Galindo, “El libro de Alfredo Espino se ha vuelto, con el tiempo, una especie de brevario sentimental y bucólico para los salvadoreños”.

Y mucho más que eso, la percepción de Espino sustrajo de la naturaleza los elementos necesarios para que vivieran eternamente en las 96 páginas de su único libro “Jícaras Tristes”.

“Jícaras Tristes” aparenta una lectura fácil; sin embargo, reúne la profundidad y la diversidad temática que atrae a todo tipo de lector. Espino se consagró para siempre en la literatura salvadoreña.

FRAGMENTO


LA ESTRELLA EN EL RIO...

    Hora quieta. Ya torna a la salvaje
quietud del nido, el pájaro furtivo;
y allá por el ocaso de oro vivo,
la barca de la luz emprende el viaje...

    ¡Qué dorada penumbra en el paisaje!
y qué triste el mirar del buey esquivo...
Y qué lindo lo azul que está cautivo
entre el marco de rosas del celaje...

    ¡Qué regalada sencillez de vida!
Cómo se siente el alma recogida
a la caricia de la tarde que arde...

    ¡Y cuál se alumbra el pensamiento mío,
cuando en el lecho de cristal del río
miro temblar la estrella de la tarde!

LUZ NEGRA

(Presentado por Jonathan Castro)

Dos cabezas charlan al pié de un cadalso. Sus cuerpos desprendidos y sangrientos yacen en el suelo. Goter y Moter acaban de ser ejecutados y sus cabezas se encuentran en un limbo en el que conversan sobre su destino mientras idean un plan para descubrir si no están muertos. Esa es la breve sinópsis de Luz negra, obra maestra del teatro del absurdo latinamericano del brillante autor salvadoreño Alvaro Menéndez Leal (1931-2000).

Esta obra es un guión de teatro, en el cual se desarrolla una historia acerca de dos hombres, llamados Moter y Goter. Estos hombres se supone que han perdido la vida ya que es lo  más lógico, después de que fueron decapitados, pero no es así porque después de que los han decapitado sus cabezas todavía tienen vida por decirlo así, ya que entre ellos dos hablan y mantienen conversaciones un poco raras.

Estos personajes son los principales ya que la obra se centra en ellos luego en  un ciego. Moter era un estafador ya que cometió diversos fraudes y según él estuvo en la guerra, Goter, es un idealista, que lo único que quería era llegar al poder, para mejorar la vida de las personas del pueblo;  los dos  murieron en el mismo lugar que era en la plaza, pero él primero en ser decapitado fue Moter y luego Goter.

FRAGMENTO


MOTER
(Abruptamente) ¡Shssss!

Entra el hombre que acompañaba a la muchacha. Observa a los dos; luego cubre con un pañuelo la cabeza de Moter, ocultándole la cara. Se persigna y sale por donde entró. Tiempo.

GOTER
Se ha ido.

MOTER
¡Maldición! Me ha puesto un pañuelo sobre la cabeza, y oculta mis ojos.

GOTER
¿Un pañuelo?

MOTER
Sí, el muy estúpido.

GOTER
Acostumbran cubrir los cuerpos.

MOTER
Ya lo sé; pero ¡maldita la gracia que me hace!

GOTER
¿Te molesta respirar?

MOTER
No respiro.

GOTER
Es verdad.

MOTER
Me molestan su perfume y su tejido; son ordinarios. Y me impide ver; sólo percibo el resplandor blanquecino de la luz.

GOTER
No temas; debes tener fe.

MOTER
¡Tener fe! La fe es miedo.

GOTER
Al menos, las moscas no te molestarán.

MOTER
De todas maneras, las siento arrastrarse por el pañuelo y oigo el ruido de sus alas.

GOTER
Es una ventaja. A mí se me paran en la nariz; cuando tocan mis párpados, es insoportable; pestañeo rápido para ahuyentarlas; pero ellas son inteligentes y ya descubrieron lo que soy y lo que puedo.

HISTORIAS PROHIBIDAS DEL PULGARCITO DE AMERICA

(Presentado por Gerardo Altuve)

Conocidas únicamente como historias prohibidas del pulgarcito, son una colección de textos y poemas del escritor y revolucionario salvadoreño Roque Dalton.

Estos textos y poemas de Roque Dalton nos, dan una visión revolucionaria de la historia de El Salvador, desde la conquista española, hasta la guerra con Honduras, en 1969. Contra las versiones idílicas que tienden a formar una imagen vendible a los turistas, Dalton rastrea entre las crónicas de la explotación, del folclore, de la literatura, de la criminalidad o la estupidez, la línea central que caracteriza al país en una forma muy alejada de la inocente visión de Gabriela Mistral - quien bautizó a El Salvador como "el Pulgarcito de América. “Esa línea central es la injusticia estructural de un país dependiente que clama implícitamente por la liberación nacional.

FRAGMENTO


Poema de Amor

Los que ampliaron el canal de Panamá
(y fueron clasificados como silver roll y no como
gold roll),
los que repararon la flota del Pacífico 
en las bases de California,
los que se pudrieron en las cárceles de Guatemala, 
México, Honduras, Nicaragua,
por ladrones, por contrabandistas, por estafadores, 
por hambrientos,
los siempre sospechosos de todo 
("me permito remitirle al interfecto 
por esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño"), 
las que llenaron los bares y los burdeles
de todos los puertos y las capitales de la zona 
("La gruta azul," "El Calzoncito," "Happyland"), 
los sembradores de maíz en plena selva extranjera, 
los reyes de la página roja,
los que nunca sabe nadie de dónde son, 
los mejores artesanos del mundo,
los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera, 
los que murieron de paludismo
o de las picadas del escorpión o la barba amarilla 
en el infierno de las bananeras,
los que lloraran borrachos por el himno nacional 
bajo el ciclón del Pacífico o la nieve del norte, 
los arrimados, los mendigos, los marihuaneros, 
los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar,
los que tuvieron un poco más de suerte, 
los eternos indocumentados,
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo, 
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes más tristes del mundo,
mis compatriotas,
mis hermanos.

MILAGRO DE LA PAZ

(Presentado por Ricardo Bonito)

Es la quinta novela escrita por el poeta y escritor salvadoreño Manlio Argueta, y en ella el autor revela un alto grado de desarrollo estilístico de su narrativa. Tributa un merecido homenaje a la mujer trabajadora que se debate en medio de una situación trágico-optimista.

La redacción de esta novela surge en un momento de transición entre la guerra y la paz, en el año de 1989, donde las coyunturas políticas están enmarcadas por la denuncia de una época conflictiva en El Salvador, culminando con la firma de los Acuerdos de Paz. El autor quiere que el lector visualice todos aquellos temores que el salvadoreño vivió durante este período de miedo, relatando los atropellos políticos que se daban, novelándolos en sus personajes, bajo una máscara de ficcionalidad. Así, utiliza a los seres desconocidos como personajes alegóricos que escondidos tras las sombras ocasionaron la muerte a tantas familias salvadoreñas, construyendo en la novela un génesis violento que llega a su fin gracias a la superación de los temores infundidos en la familia por la muerte, la cual se refleja en la hija mayor Magdalena, quien es asesinada por los seres desconocidos. A partir de ahí hay una evolución en cada uno de los personajes, quienes dejan de ser víctimas para convertirse en nuevos seres, llenos de valentía, esperanza y paz, siendo capaces de vencer sus temores. Esto refleja el estado anímico del escritor, producto de la postguerra, reflejando la situación de paz que vive el país a partir del 92; si bien es cierto que los hechos se dan en un contexto anterior a la guerra, que comprende la época de la infancia del escritor.

ARGUMENTO


Milagro de la Paz presenta la vida de tres generaciones de mujeres que viven bajo el mismo techo en Milagro de la Paz, un barrio popular de la ciudad de San Miguel. Los personajes principales son Latina, sus hijas Magdalena y Crista, su nieto Juan Bautista y Lluvia, una niña desconocida que se presenta un día en la casa de Latina. Las mujeres, quienes fabrican ropa para ganarse la vida, raras veces abandonan la casa —el espacio donde ocurre casi toda la acción de la novela— porque les temen a los soldados del gobierno y a los “seres desconocidos” que asesinan a la gente del barrio. Aparte del niño Juan Bautista, hay dos personajes masculinos: Chele Pintura, un hombre que ayuda a las mujeres con el mantenimiento de la casa a cambio de comida, y Nicolás Moreira, un adolescente de la vecindad interesado en Magdalena, la hija mayor de Latina. Los dos se enamoran, y poco después Magdalena queda encinta. Tiempo después, cuando Magdalena es asesinada por los “seres desconocidos”, Nicolás se suicida, ahorcándose en el patio de la casa de Latina.

La terrible muerte de Magdalena deja un gran vacío en las vidas de Latina y Crista. En un intento por recuperarse de la pérdida de Magdalena, Crista, la hija menor, seduce a Chele Pintura con la idea de crear una nueva vida para la casa. Sin embargo, el nacimiento de su hijo, Juan Bautista, no merma el sentimiento de pérdida que acongoja a las dos mujeres desde la muerte de Magdalena. Un día, Lluvia, una niña pequeña que ha perdido a sus padres en la violencia, aparece inesperadamente en la casa. Latina ve en esta niña una reencarnación de su hija muerta. Tanto a Crista como a Juan Bautista les agrada la presencia de Lluvia, y deciden que ella debe quedarse a vivir con ellos. La llegada de Lluvia disminuye la soledad y tristeza de la familia. La niña les ofrece a Latina y a Crista la esperanza que necesitan para seguir viviendo a pesar de la violencia que las rodea en Milagro de la Paz.

EL DINERO MALDITO

(Presentado por Jessica López)

El dinero maldito es una de las obras de Alberto Masferrer más divulgadas, debido a que en ella su autor trata un grave problema social, como lo es el alcoholismo. A pesar de que estas páginas fueron escritas hace varios años, siempre tienen en la actualidad y su lectura ha de contribuir a las campañas libradas con intención de erradicar un vicio que trae fatales consecuencias.

Él habla del dinero que se gana honradamente y se gasta de una manera incorrecta; al decir incorrecta se quiere decir comprando muchas cosas innecesarias como es lo que hoy en día se hace con el efecto de la globalización, sino gastando en vicios, gastando en cosas que solo sacan a “relucir” la peor parte del ser humano, el dinero perverso, el que con su ayuda se producen múltiples delincuentes. A ese dinero es el que se refiere Masferrer como dinero maldito.

El Dinero Maldito que no da más que problemas para el que lo desperdicia en los vicios, y en su familia, que es la que más sufre cuando uno de sus integrantes se ensucia de este “maldición” al no saber utilizar el dinero.

FRAGMENTO


PAN Y REVOLVER

Dondequiera que un hombre este amasando un pan. Podrá decirse se alimente mi pan, no sacara de el sino salud; pobre o rico, bueno o malvados, avaro o generoso, lo que yo le envió aquí es fuerza, salud, es alegría que lo lleven al juez o la celda del criminal. Lo mismo da: en este pan en que han colaborado el aire y la tierra, el agua y el fuego por la gracia de Dios, también yo, nadie puede hallar sino alegría, fortaleza, salud.
Asi mismo que un hombre este fabricando un revolver, no podrá usarlo sino para herir o matar. Un justo o un niño, sabio no podrían hallar en el otra cosa que sangre y muerte .para atacar o para defenderse, así es que yo haciendo este revolver soy un sacerdote de la muerte; un creador de tristeza y de ruina. Maneras de hacer pan, son infinitas en la vida. Y maneras de hacer pan, son infinitas en la vida. Y maneras de hacer revólveres, también. Se hace pan con harina, se hacen revólveres con el juego y con la embriaguez, aun mas casi no hay pensamientos que no sean pan o revolveres; Los hombres en eso vivimos; unos haciendo pan y otros revolveres; y entonces advertiríamos una cosa muy clara pero muy ignorada, muy sencilla pero muy incomprendida; y es que no se le puede dar a nadie una puñalada si no se dispone de un puñal, ni envenenarle si no se dispone de veneno.

Desde luego el legislador, que permite introducir puñales al país, sabiendo que el puñal es un instrumento para herir o matar. El comerciante que los importa. Luego el aduanero que los registra, Luego el periodista que inserta el anuncio del importa o revende puñales. Luego el afilador que los apunta y aguza, la madre o el padre, que compran el puñal, muchos sacan provecho de la fabricación del transporte de la venta de los puñales.

¡No hombres: no basta vivir, sino que hay que vivir honradamente, limpiamente, como cristianos y como hidalgos; como criaturas que tienen alma que perder. No estamos obligados a vivir si no podemos vivir en la luz, del trabajo limpio.

¿Qué necesidad hay de que yo viva, si para vivir yo, otros han de morir, o han de vivir en la corrupción, en el crimen y en la ruina? Busquemos una vida limpia; vivamos para el pan y del pan. Y quienes vivan del revolver que atraviesas el umbral de la muerte.

FUNERAL HOME

(Presentado por Ivonne Mesquita)

Funeral Home (1958), del salvadoreño Walter Béneke (1928-1980) es una representación de la búsqueda de la identidad del sujeto en varios niveles.

Sus personajes están atrapados bajo la mirada del Otro que los complementaría pero cuyo ser no pueden alcanzar, y ellos se mueven entre diferentes espacios transgrediendo los parámetros de conducta social impuestos.

La muerte es la Otra cara de la vida, por tanto les atrae y les da horror pero se lanzan al abismo de todos modos, en un intento por alcanzar la unidad.

Esta es una obra de transición hacia la post-modernidad porque aún se aferra a la estructura teatral “tradicional” para ofrecer la representación de la realidad pero reflexiona a nivel meta-teatral sobre la futilidad de ese ejercicio.

La pieza se desarrolla en uno de esos Funeral Homes de los Estados Unidos donde los americanos, gente práctica, se desembarazan de sus muertos, todavía calientes. Allí los visten, los maquillan, los arreglan en suma como para una ceremonia. La casa se encarga también del velorio y del entierro.

La mitad izquierda de la escena la ocupa el “salón”: pesados cortinajes, muebles voluminosos, flores de invernadero. Tenue luz indirecta como en un bar americano. En medio de la sala y en la penumbra se encuentra el ataúd que, descubierto, deja entrever la forma del cuerpo. Su colocación y la escasa iluminación impiden que el público pueda ver el cadáver. No hay ninguna cruz. A la izquierda, tras un pequeño vestíbulo, la puerta que da a la calle. Se advierte la caída de la nieve cada vez que los automóviles que pasan por la carretera proyectan sus faros sobre el gran ventanal del fondo.

La otra mitad de la escena la ocupa el “living room” del Encargado del local, americano de clase media: muebles pretenciosos, objetos de arte fabricados en serie, paisajes y fotografías. Hay, sin embargo, un ambiente familiar, íntimo, acogedor. Junto a la chimenea, al fondo, un árbol de Navidad cargado de luces. A la izquierda la puerta comunica los dos cuartos. A la derecha la puerta que conduce al vestíbulo y otra que da al comedor y la cocina.


FRAGMENTO


El desconocido está frente a la ventana.

LA MUJER
¿Nieva todavía?

EL DESCONOCIDO
En parte sí, algo sin duda es ese bienestar que da el calor, que dan las flores; el resto es la conversación, la compañía.

LA MUJER
No sé que hubiera hecho si alguien no viene esta noche a hablar conmigo, a decirme que existe algo más que las máquinas nuevas de la fábrica, y el football, y el precio de las cosas.

EL DESCONOCIDO
Los obreros no tienen por qué hablar de filosofía y de arte a sus mujeres. Nacieron para las cosas simples y repetidas. La educación, la fábrica y la cama no hacen buena mezcla.

LA MUJER
(Tras una pausa.) Yo entonces no pensaba en nada, no podía pensar en nada, sólo en sus hombros anchos, y en sus ojos y en su manera despreocupada de caminar. En la Universidad, todas las mañanas en el salón de clases, yo me sentaba junto a la ventana para verlo pasar, los músculos tensos bajo la camiseta, el pelo rubio dorando al sol como un árbol de otoño. No sabía quién era ni como se llamaba, para mí era un dios griego que cada día, bajo mi ventana desfilaba camino del trabajo. Era un obrero, un obrero como otro cualquiera y, no siendo de mi clase, yo lo sabía pertenecer a un mundo inexpugnable y ajeno. Sin embargo pensaba en él horas enteras y me sentía orgullosa de que sobre la tierra existiera una criatura tan hermosa y de poder ser, en silencio, sacerdotisa de su culto.

LAS MIL Y UNA HISTORIAS DE RADIO VENCEREMOS

(Presentado por Stephanie Ramírez)

La radio venceremos, una radio clandestina usada por las guerrillas de el salvador durante el conflicto armado. Los años de guerra de la radio Venceremos y su influencia nacional e internacional durante el periodo de guerra civil de el salvador, fueron documentados en la obra Las mil y una historias de Radio Venceremos.

En el libro Las mil y una historias de Radio Venceremos, José Ignacio López Vigil cuenta lo que le contaron: como transmitieron los primeros programas desde los refugios antiaéreos y bajo bombazos de 500 libras, como grababan los corresponsales desde las mismas lineas de fuego, la burla a los famosos goniómetros gringos con simples alambres de púas, la bajada del helicóptero en el que viajaba Monterrosa, el Rambo del ejercito salvadoreño, cuando llevo como trofeo un aparente transmisor de la Venceremos con ocho tacos de dinamita dentro... Decenas de anécdotas vividas por estos locutores que han hecho radio con el micrófono en una mano y con el fusil en la otra.

Todo el libro esta plagado de salvadoreñismos y de "vulgaridades", como dice el autor, ni los guerrilleros ni los soldados suelen hablar con diccionario.


FRAGMENTO

Raíl, mi hemano, me ayudó y entre los dos, ensayando botones, al fin le atinamos.

Yo todavía no me había clandestinizado. Cuando iba al trabajo, a la CEL, tomaba mis precauciones y metía el transmisor debajo de la cama. Mejor dicho, la cama encima del transmisor, porque para ocultar el famoso Vikingo tuve que fabricarme una cama especial, de madera, que se doblaba como un gran sándwich. Al regresar, abría el embutido, sacaba el aparato, y nos poníamos Rafi y yo a hacer las pruebas. Rafi salía con su radito de onda corta, yo ponía música clásica, él chequeaba.

—Tiene un zumbido por acá —venía a decirme.

—Ahora no se oye ni putas —volvía a decirme.

Así estuvimos afinándolo un día y otro día hasta que lo ajustamos con un buen sonido. Los compas se alegraron cuando les dijimos que el equipo respondía bien. Pero que lo mejor sería contar con un amplificador de 300 vatios, dado que el Vikingo sólo tenía 50 vatios.

A comprarlo en Panamá, pues. Y de paso, a comprar también unos waikies-talkies, pensando ya en las comunicaciones militares con equipos de dos metros. Y al regreso, el mal trago de meter todos los volados por el aeropuerto de Comalapa.

—¿Esto qué es? —me dicen en la aduana señalando los walkies-talkies que yo había desarmado y sólo se le miraban los teclados.

—Son esos aparatitos para encender el televisor.

—¿Y esto qué es? —me dicen señalando el amplificador que venía tan envuelto y requeteenvuelto que apenas se le Salían unos botoncitos.

—Un equipo de sonido para amenizar fiestas, hombre. ¿No lo está viendo? ¿Nunca ha visto uno, me va a decir?

—Presente las facturas.

—No las tengo, me robaron en Panamá. (Claro que las tenía, pcro bien escondidas. Imaginate, en el papelito aparecía escrito: “Equipo de comunicaciones”.)

Total, que ya me tenían como una hora ahí esperando y desesperando. Ellos querían su mordida, naturalmente.

— y, ¿Qué pasa, pues? — lago como que me da la cólera—. Si quieren impuestos, díganme cuánto. Pero facturas no tengo.

—Pero para fijar los impuestos necesitamos las facturas.

—Entonces, ¿cómo arreglamos esto, pues? ¡Ya sólo falta que me mee un chucho! Miren, señores, yo trabajo en la CEL, ¿me entienden?... ¡Con el gobierno! A mí me están esperando los de la empresa ahí afuera. Mándenlos a llamar, pregúntenles, vean qué hacen... ¡pero resuelvan!

Y como no me sacaban nada, ni factura ni mordida, tuvieron que aflojar.

El Vikingo fue el primer amplificador con el que Venceremos empezó a transmitir.

UN DÍA EN LA VIDA

(Presentado por Stephanie Hernández)

Si alguna obra ha representado la imagen de El Salvador en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, esa es Un día en la vida. Es también la novela que ha suscitado un mayor número de reseñas críticas en el extranjero. Su autor, Manlio Argueta, se inició en las letras como poeta.

La novela sintetiza una parte de la historia rural de El Salvador y su violencia, y tiene como arranque la matanza campesina de 1932. El presente de la narración se sitúa hacia finales de la década de los setenta. Pero esta novela es también un homenaje a la mujer campesina, quien por primera vez adquiere estatus de protagonista de su propia historia.


FRAGMENTO


EL CHUCHO

El chucho es mi hermano. El chucho me cuida en las noches cuando me quedo sola con los cipotes. Y nada más hay que la oscurana encima de uno.


El miedo de no amanecer el otro día. Nuestra reconfortación es que el chucho ronca debajo de la carreta. Que de vez en cuando husmea y comienza a ladrar a los cielos.

Son cincuenta siglos de chuchos des cuando andaba nuestro señor acompañado de gente pobre. Ahí iban queriéndole morderla túnica, jugando, caracoleando. Los chuchos del señor.
El chucho es mi hijo, mi hermano, mi primo, mi tío, mis abuelos, mis sobrinos, mis tíos-abuelos y sobrinos-nietos, bisnietos y tataranietos.

El chucho ladra para hacerse sentir y me habla cuando tiene hambre, cuando tiene frío. El chucho es como los pollitos sólo que lo hacen canciones en la escuela.

Sin el chucho no hay familia, es la verdad.